Descanso y Refresco
Hola, queridos amigos y seguidores. Muchas
gracias por visitar y leer mi blog. La entrada de hoy es sobre ser el guerrero
de su propio destino. Espero que les guste leer
En medio de las monstruosidades y el desaliento, te encuentras en la vida. Pero no importa lo valiente que seas un guerrero, incluso los guerreros necesitan descansar.
Matar a los dragones, si es necesario, pero va a surgir lo mejor de un héroe si sólo les desterrar de la tierra de sus sueños. Ya tienes la sangre del ganador en ti. Cree en ti mismo y en tus sueños y visiones, y llegarás a tu destino. Usted podría haber sufrido algunos golpes, magulladuras, y un nudo o dos en la cabeza, pero usted sobrevivirá sin daño grave.
El crepúsculo cae mientras descansas en el suelo con tu espada y tu escudo a tu lado. La noche llega, y la oscuridad desciende mientras ves las estrellas centelleantes en el cielo sobre ti. Relájese y cierre los ojos y piense en las cosas buenas de su vida. Esto le permitirá olvidar las cosas espantosas de su pasado y tener nuevos sueños. Y como profetizar tus sueños se materializarán si crees en ti mismo.
Cierra los ojos, estar en paz y dormir bien. No pienses ni te detengas en los oscuros pensamientos del pasado; Déjalo ir, deja que se aleje como niebla de montaña al amanecer.
Disfruta de tus sueños porque te llevarán a lugares mucho más felices, mundos de fantasía que te llevarán a nuevos horizontes. Mañana es un nuevo día con nuevas promesas y sueños felices.
Muchas gracias de nuevo, queridos amigos, por
visitar mi blog. Por favor comparta sus pensamientos con nosotros, si lo desea.
Que tengas un gran día.
Yo mismo soy un guerrero. Aún escondo cicatrices en el alma de viejas batallas. Y me he tendido en la noche cálida del desierto tras el bullir de la adrenalina de una desquiciada jornada de lucha.
ReplyDeleteY recuerdo el cielo abierto. Desbordado por las estrellas, como tu describes. Y el sudor de mis ropas como una húmeda capa refrigerando el ardor de mi cuerpo bajo la armadura de kevlar. Y la calma. Y el sosiego. Y la mente perdida con la vista clavada en las estrellas como si estas fuesen un espejo en el cual llegase de lejos, el reflejo de mi familia. A miles de kilómetros de distancia. A años luz de aquel desierto montañoso anclado para siempre en un mundo feudal de guerras y muerte.