BETTER BUY A NEW SKIDOO!

So that's the way it is when you don't have a new Skidoo, and you just sold your Polaris. While you are sitting on your rump on a stump on a mountainside drinking Mountain Dew. So you think to yourself.

Hey, self! You do what you need to do: You go down the mountain and buy a pair of skis from Mrs. Gazinski, who buys her skis from Jake Chekofski at Chekofski's Ski Company at Chibowski's Ski Resort, somewhere south on the byway to Bolivia Boulevard in East Norway on a cloudy day.

If it's sunny, you go West.

And it's safe today to use a telephone booth because the pink elephants are now up with the times and are teletrunking each other by way of truncated cell calls. I suppose that's like tweeting: keep your shorts on and keep it short, sport.

Be like mellow yellow Jello, and take your time, man. Snapping fingers a dancin', and a-singin', to the rhythm, so don't be coy Roy, and better be jolly Holly, and joyful while you are with Mr.Roger McCoy and Mrs. Mary McKenzie from the arroyos of Organo, Missouri.

Well, now, if you don't mind, the Fairy Lady, wearing cowboy boots and sporting her acoustic guitar, steps out into the spotlight, removes her ten-gallon cowboy hat, and shouts, "HOOOWW—DEE!"

Thank you all for visiting.

The Fairy Lady

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¡MEJOR COMPRA UN NUEVO SKIDOO!

Así es como funciona cuando no tienes un nuevo Skidoo y acabas de vender tu Polaris. Mientras estás sentado sobre tu trasero en un tocón en la ladera de una montaña bebiendo Mountain Dew, piensas para ti mismo.

¡Oye, yo! Haces lo que tienes que hacer: bajas la montaña y compras un par de esquís a la Sra. Gazinski, quien compra sus esquís a Jake Chekofski en la Chekofski's Ski Company en el Chibowski's Ski Resort, en algún lugar al sur de la carretera que lleva al Bolivia Boulevard en el este de Noruega en un día nublado.

Si está soleado, toma el que te lleva al oeste. 

Y hoy es seguro usar una cabina telefónica porque los elefantes rosas ahora están al día y se teletruncan entre sí a través de llamadas celulares truncadas. Supongo que es como tuitear: mantén los pantalones cortos puestos y que sea breve, amigo.

Sé como la gelatina amarilla y suave, y tómate tu tiempo, hombre. Chasquea los dedos, baila y canta al ritmo, así que no seas tímido, Roy, y mejor sé alegre, Holly, y feliz mientras estás con el Sr. Roger McCoy y la Sra. Mary McKenzie de los arroyos de Organo, Missouri.

Bueno, ahora, si no te importa, la Dama de las Hadas, con botas de vaquero y luciendo su guitarra acústica, sale al centro de atención, se quita su sombrero de vaquero de diez galones y grita: "¡HOOOWW—DEE!".

Gracias a todos por visitarnos.

La Dama de Hadas